Esta entrada del blog está destinada a conocer más
profundamente el tipo de paciente al cual se le quiere brindar un servicio de
segunda opinión médica, y los factores que pueden incidir a la hora de la evolución
y mejoría del paciente durante su tratamiento. Este artículo ha sido el
resultado de experiencias personales, investigaciones realizadas y en 2 charlas
sostenidas con psicólogos cercanos a nosotros.
El cáncer es una enfermedad tan compleja que, de hecho,
no se puede considerar como una única enfermedad. Lo que diferencia a un
paciente con cáncer de otro es un conjunto de factores que, unidos, dan un
resultado único y personal. Estos factores son:
- Tipo de
tumor: no es lo mismo una proliferación de células del tejido mamario que
del pulmón.
- Edad del paciente: el tipo de tumor y su evolución no es igual cuando se detecta en pacientes jóvenes o en edades avanzadas.
- El estadio de la enfermedad: es decir, el grado de extensión del tumor (tamaño, ganglios positivos y/o metástasis a distancia. TNM).
- Edad del paciente: el tipo de tumor y su evolución no es igual cuando se detecta en pacientes jóvenes o en edades avanzadas.
- El estadio de la enfermedad: es decir, el grado de extensión del tumor (tamaño, ganglios positivos y/o metástasis a distancia. TNM).
Según estos factores cada paciente responde de forma
diferente a los distintos tratamientos. Cada paciente es distinto, cada tumor
es distinto y por tanto, el tratamiento debe ser distinto para cada paciente,
por tanto debe ser individualizado. Hasta hace pocos años la única forma de
evaluar estas diferencias por parte del médico, era definir el perfil clínico
de cada paciente, para clasificarlo en una categoría o estadio determinado con
el fin de intentar obtener el máximo beneficio del tratamiento.
Estadísticas del Cáncer junto con nuevos descubrimientos
se pueden encontrar en los medios de comunicación todos los días. Curiosamente,
las personas más susceptibles a esta enfermedad son los que sienten que son
bombardeados con información sobre el cáncer. Eso mismo alimenta aún más su
ansiedad. Ellos viven una vida de temor. Para ellos, no es una cuestión de si
desarrollarán o no el cáncer, sino una cuestión de cuándo. Es una forma de
vivir horrible, una vida de miedo.
El cáncer es una enfermedad multifactorial. No es sólo un
tumor aislado como un iceberg flotando en un inmenso océano. Con el cáncer,
existe todo un conjunto de muchas actividades. El cáncer por lo general
progresa muy lentamente y conlleva muchos factores, como la dieta, factores
hereditarios, el medio ambiente, el estilo de vida, la personalidad y la
actitud.
En términos generales, el perfil de personalidad
cancerígena puede resumirse de la siguiente manera:
-Tristeza: es un proceso normal y forma parte de la vida de todos. Sin embargo, muchos son víctimas de esta emoción destructiva sólo años más tarde, cuando se dan cuenta de lo vulnerable que son y lo fácil que es cruzar la línea del no retorno.
-Tristeza: es un proceso normal y forma parte de la vida de todos. Sin embargo, muchos son víctimas de esta emoción destructiva sólo años más tarde, cuando se dan cuenta de lo vulnerable que son y lo fácil que es cruzar la línea del no retorno.
-Pasión incumplida: el doctor Lawrence LeShan a lo largo de 30 años en el hospital de Nueva York observó un hilo común entre los pacientes con cáncer. El hilo común es la pasión incumplida que habían reprimido durante muchos años. Por ejemplo, un niño que quería aprender a tocar el piano, pero no lo pudo hacer, ya sea porque sus padres no podían pagar las clases de piano, o que otras prioridades prevalecieron sobre las suyas. Este patrón de represión se repite lo largo de su vida. Curiosamente, aprender a tocar el piano más adelante en la vida, o el cumplimiento de una pasión previamente incumplida puede tener un asombroso efecto curativo.
-Indignidad: La personalidad predispuesta al
cáncer por lo general es alguien que
pone las necesidades de los demás antes que las suyas.
-Miedo al conflicto: Estas personas evitan los
conflictos y no son capaces de expresar hostilidad en su propia defensa.
Prefieren el orden y evitar las disputas, ya que las disputas son
impredecibles. El orden para ellos significa el control, mientras que las
disputas o expresiones de hostilidad significan la pérdida del control. Muchas
veces yo entraba en la casa de alguien y movía un objeto pequeño en la mesa, y
yo podía sentir y hasta ver en sus ojos que esto los hacía muy incómodos. El
perfil de personalidad cancerígena es muy puntual. Nunca suelen llegar tarde
para sus citas. De hecho, he observado que la mayoría de ellos llegan con
bastante antelación para evitar la posibilidad de llegar tarde y de desagradar
a alguien. Llegar tarde crea mucha ansiedad anticipatoria en ellos y crea la
posibilidad de perder el control.
-Temores: En lo que respecta al temor al cáncer, inconscientemente el paciente siempre sabe lo que le va a suceder al final. Por eso es que para dar el cuidado médico adecuado es tan importante escuchar y prestar atención a sus temores, ya que realmente es el paciente que tiene las respuestas y la solución a sus problemas. Naturalmente, cuanto mayor es el temor, mayor es la susceptibilidad a esta enfermedad. Lo contrario también es cierto con muchos pacientes que reciben el tratamiento adecuado; su temor disminuye, mientras que su resistencia al cáncer aumenta.
-Depresión: Cuando la personalidad cancerígena se hunde profundamente en la depresión, lo cual sucede a menudo, su sentimiento de indignidad se manifiesta de tal manera que no ve nada positivo sobre sí mismo o su vida. Muchos recurren a antidepresivos temprano en la vida. Los sentimientos de suicidio son comunes entre estas personas y deben tomarse en serio. Hay muchos jóvenes de personalidad cancerígena que dicen a sus padres que quieren morir. Debido a su impresionabilidad, el contacto frecuente y positivo con un terapeuta puede ayudar enormemente durante los períodos depresivos. Muy a menudo, estas personas nunca han tenido la oportunidad de desahogarse con un terapeuta. Cuando lo hacen, sienten un gran alivio y comienzan a verse a sí mismos de manera más objetiva, lo que conduce a un mayor auto-respeto.
En próximas entradas analizaremos las repercusiones que
tienen los pacientes y las familias de personas que tienen cáncer.
Hasta la próxima.
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